Exportar a Malasia
Malasia es la segunda economía más desarrollada de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), y viene experimentando crecimientos de su PIB del orden del 5 % desde 2017. Es un país manufacturero y con vocación exportadora, especialmente de bienes del sector electrónico y tecnológico, además de otros productos como el aceite de palma que exporta a la Unión Europea.
Malasia es de las economías asiáticas que emerge con más fuerza en el Sudeste Asiático, y su patrón de desarrollo y crecimiento se está afianzando en la producción del sector tecnológico.
Después de Singapur, Malasia es la segunda economía más desarrollada de la región ASEAN, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, formada por diez países: Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Se trata de un país industrializado y con abundantes recursos naturales (petróleo, gas natural, estaño, cobre, mineral de hierro, madera), cuya economía se ha orientado al exterior en base a la capacidad de su potente sector manufacturero de productos como el petróleo y sus derivados, químicos, caucho y plástico, productos electrónicos, minerales y metales, entre los más importantes.
La economía de Malasia ha experimentado crecimientos desde 2010, año en que su PIB creció un 7,2 %, y se ha mantenido desde entonces con unas tasas anuales del orden del 5 %. En 2018, el PIB de Malasia fue de 354.360 millones de dólares (MUSD).
Los principales sectores aportadores al PIB de Malasia son el manufacturero, principalmente material eléctrico y electrónico, (21,6 %), seguido de la minería e industrias extractivas (9,3 %), como el gas, el petróleo y el estaño. A continuación, está la agricultura y pesca (7,6 %), con productos como el aceite de palma, el caucho, las maderas o las especias, y la construcción (4,9 %). La otra mitad del PIB corresponde al sector servicios.
Malasia es un país abierto al exterior; la suma de sus exportaciones e importaciones de mercancías suman cerca del 140 % del PIB. En 2018, su balanza comercial fue positiva: las exportaciones de bienes alcanzaron los 247.411 millones de dólares y las importaciones los 217.542 MUSD, arrojando un saldo positivo del 8,43 % (29.869 MUSD). El saldo de la balanza se mantuvo en positivo en 2019, con un +7,7 %.
Con datos de enero a noviembre de 2019, los diez primeros socios comerciales de las exportaciones de Malasia son, en orden descendente: China (30.420 MUSD), Singapur (30.251 MUSD), Estados Unidos (20.940 MUSD), Hong Kong (14.778 MUSD), Japón, Tailandia, India, Taiwán, Vietnam y República de Corea.
Aunque la Unión Europea en su conjunto ocupa un puesto relevante, solo Alemania, en 13.º lugar (5.807 MUSD), y los Países Bajos, 14.º, figuran entre sus principales socios. El comercio de Malasia con España es en la actualidad poco relevante, ocupando el puesto 26 en cuanto a exportaciones del país asiático (983 MUSD) y el puesto 31 (602 MUSD) en importaciones españolas.
Por lo que respecta a las importaciones de Malasia, el ranking es muy similar y los diez principales países de procedencia son: China (38.559 MUSD), Singapur (19.886 MUSD), Estados Unidos (15.192 MUSD), Japón (13.853 MUSD), Taiwán, Tailandia, República de Corea, Indonesia, Alemania e India.
Relaciones comerciales entre la UE y Malasia

Según datos aportados por el ICEX, la UE es el quinto socio comercial de Malasia, tras China, Singapur, Estados Unidos y Japón, representando en torno al 8,04 % de sus intercambios bilaterales.
En 2018, los diez primeros países de la UE que más importaron de Malasia fueron, de mayor a menor: Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Francia, Bélgica, Italia, España, Suecia, Irlanda y Dinamarca.
El ranking de países europeos exportadores a Malasia es similar, siendo los diez primeros, en orden descendente: Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Italia, España, Bélgica, Austria y Suecia.
Las importaciones globales de los 28 países de la UE se situaron en 24.435 MUSD, mientras que las exportaciones UE-28 a Malasia ascendieron a 21.007 MUSD.
Al ser Malasia un país manufacturero claramente exportador, son los productos eléctricos y electrónicos, los semiconductores, los equipos de proceso de datos y de telecomunicaciones y el aceite de palma los bienes que Malasia vende a la UE.
Por su parte, la UE también exporta al país asiático semiconductores, maquinaria y bienes de equipo, y productos químicos, así como material de transporte, equipos ópticos y científicos, y productos de hierro y de acero.
Perspectivas para incrementar los intercambios comerciales

Malasia es un país comprometido con el libre comercio y es miembro de la Organización Mundial de Comercio (WTO, por sus siglas en inglés) desde 1995. Ha firmado acuerdos comerciales con 61 países, acuerdos de promoción y protección recíproca de inversiones con 64 países, convenios de doble imposición con 70 y acuerdos marco de cooperación con otros 77 países.
Las relaciones comerciales entre la UE y Malasia se han venido canalizando en el marco del Acuerdo de Cooperación firmado en 1980 con la ASEAN, que daba pie a desarrollar acuerdos con cada país miembro. A escala regional, para establecer medidas vinculadas a la reducción de las barreras arancelarias y las no arancelarias, los acuerdos comerciales se vienen desarrollando a través de la Iniciativa Comercial Transregional UE-ASEAN (TREATI).
A pesar de que las conversaciones entre la UE y Malasia se iniciaron en 2010, no se ha alcanzado hasta la fecha ningún pacto porque, a diferencia de otros países de la ASEAN, Malasia no muestra intenciones claras de alcanzar un acuerdo de libre comercio con la UE.
Los principales obstáculos son que Malasia ofrece una liberalización muy reducida y con muchas excepciones en productos como los automóviles, el aceite de palma, las maderas tropicales, las bebidas alcohólicas o la carne de cerdo, así como en otros aspectos relacionados con las compras públicas, las normas sanitarias y fitosanitarias, las reglas de origen o el desarrollo sostenible.
Como contrapartida, Malasia y la UE firmaron en abril de 2016 un Acuerdo de Asociación y Cooperación. Desde la Cámara de Comercio e Industria Malasio-Española, señalan que hay más de 5.000 compañías extranjeras de más de 40 países que están haciendo negocios en y con Malasia.
Además, Malasia cuenta con un entorno empresarial interesante para inversiones internacionales, y sectores como el aeroespacial, el de automoción, el químico, el ferrocarril o el cuidado de la salud son especialmente atractivos.
Para España, el interés en la apertura comercial del país asiático –que conllevaría una reducción y una eliminación de aranceles– estaría en el comercio de bienes y productos industriales y agrícolas, en las compras públicas, en las denominaciones e indicaciones geográficas y otras áreas relacionadas con el comercio de servicios.
La UE sigue interesada en avanzar en las conversaciones ya que se ha demostrado que las exportaciones europeas crecen una vez se empiezan a aplicar las medidas liberalizadoras y arancelarias que forman parte de un Acuerdo de Asociación Económica.
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