Exportar a Egipto
Egipto es la tercera economía de la región MENA (países de Oriente Medio y del Norte de África) y tiene a la Unión Europea como principal socio comercial, tanto en importaciones como en exportaciones. Aunque la apertura comercial de Egipto es relevante, el país mantiene cierto grado de proteccionismo y, desde el 1 de julio de 2021, ha implementado una nueva regulación aduanera que deben cumplir todas las empresas que exportan a este país.
Exportar a Egipto: datos a tener en cuenta
Egipto, país que pertenece a la Organización Mundial del Comercio (OMC) desde 1995, es a escala mundial la economía número 37 por volumen de PIB. Si nos ceñimos a la región MENA, formada por países de Oriente Medio y del Norte de África, es la tercera economía de esta región, solo por detrás de Arabia Saudí y Emiratos Árabes.
Con una población que supera los 100 millones de habitantes, el PIB per cápita de Egipto se situó en 2020 en 3.547 US$, según el Banco Mundial. Este índice hace que el país ocupe la tercera posición en el continente africano, tras Sudáfrica y Nigeria.
Y, si nos ceñimos al índice Doing Business 2020 del Banco Mundial, Egipto ocupa la posición 114 de este escalafón, formado por 190 países.
Desde el Banco Mundial se pronostica que, al igual que en otras economías de la zona, la incidencia de la covid-19 provocará que en el período 2020/2021 la economía egipcia decaiga un 2,3%, aunque este organismo también apunta que Egipto pueda ir recuperando su desarrollo de forma gradual a lo largo de 2022 y 2023.
Por lo que respecta a su índice de competitividad (utilización de recursos para mejorar la prosperidad de los habitantes), la valoración que hizo en 2019 el Foro Económico Mundial situó a Egipto en el puesto número 93 de un total de 141 países.
Por su posición geográfica, a caballo entre el Mar Mediterráneo y el Mar Rojo, Egipto tiene una elevada dependencia económica de los ingresos que genera el Canal de Suez y el sector turismo –especialmente antes de la pandemia de la covid-19. Aun así, los datos macroeconómicos ponen de manifiesto que esta República Árabe ha ido incrementando su grado de apertura comercial en las últimas dos décadas.
Esta apertura a los intercambios comerciales ha sido fruto de diversos acuerdos que Egipto ha firmado con otros países y áreas económicas, destacando el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea que, tras ser firmado en 2004, ha servido para que el país africano se convierta en un centro para acceder a otros mercados de su entorno más próximo.
Pero, a pesar de este y otros acuerdos comerciales, que han conllevado una rebaja de los aranceles para muchos tipos de mercancías provenientes del exterior, Egipto mantiene cierto grado de proteccionismo, que se ha incrementado con la aparición de la covid-19, e impone controles fitosanitarios, de calidad o bien de carácter técnico a productos importados con la intención de proteger la producción autóctona e impedir la entrada de mercancías que no cumplen con los parámetros de calidad y seguridad exigidos por la autoridades.
Socios comerciales de Egipto
La balanza comercial de Egipto está claramente descompensada ya que el volumen de sus importaciones (66.529 USM en 2019) supera al de las exportaciones (28.495 en 2019), según datos del Banco Central de Egipto.
Los principales socios comerciales de las importaciones de Egipto –datos de 2018– son: la Unión Europea, con el 26,7% del total, seguido por China (9%), Arabia Saudí (7,4%), Rusia (6,9%), EUA (5,4%) y Estados Unidos (5,1%).
¿Qué importa Egipto?
Dentro de la Unión Europea, son Alemania, Italia, Francia y España los principales exportadores a Egipto que, esencialmente, envían productos manufacturados y semimanufacturados (medicinas, recambios y componentes de máquinas y vehículos), materias primas (compuestos químicos y orgánicos) y agroalimentarios como el trigo o el maíz.
¿Qué exporta Egipto?
Por lo que respecta a las exportaciones egipcias, estas van dirigidas en un 35,7% a la UE, un 10% a Estados Unidos, un 7,7% a Emiratos Árabes, un 3,9% a India y un 3,7% a Arabia Saudí –datos de 2018–. Estos países reciben de Egipto productos petrolíferos, oro, fosfatos y fertilizantes, textiles y prendas de vestir, polímeros, compuestos químicos, así como verduras y frutas.
Intercambios comerciales entre Egipto y España
En el caso concreto de España, en 2020, las exportaciones españolas al país africano alcanzaron los 1.447 M€ y las importaciones procedentes de Egipto los 678 M€.
España exporta a Egipto, principalmente: máquinas y aparatos mecánicos, vehículos, tractores, aparatos y material eléctrico y cobre, mientras que importa: combustibles y aceites minerales, materias plásticas y sus manufacturas, hierro y acero y prendas de vestir.
Nueva normativa aduanera para exportar a Egipto
Desde el 1 de julio de 2021, la Aduana de Egipto ha implementado una nueva regulación que es de obligado cumplimiento para todas aquellas empresas que quieren exportar a Egipto. Se trata de una medida que lo que pretende es simplificar las operativas aduaneras y prevenir la entrada de mercancías prohibidas o no identificadas en el país.
Este nuevo sistema de aduanas, denominado Advance Cargo Information System (ACI), obliga a la empresa exportadora a declarar y registrar la información de las mercancías de forma anticipada y antes de que estas se embarquen con destino a Egipto.
Documentación necesaria para exportar a Egipto
Además de los documentos habituales (factura comercial, lista de contenido, DUA de exportación, conocimiento de embarque o bill of lading, certificado de origen o certificado sanitario, según sea necesario), las autoridades aduaneras exigen que el conocimiento de embarque se tramite al menos 48 horas antes del envío desde el país de exportación para, de esta forma, poder monitorear cualquier riesgo e impedir la llegada de mercancías no seguras.
Enviar esta información de forma anticipada también permite a la Aduana de Egipto reducir el tiempo que tarda en liberar las mercancías y reducir los posibles costes aduaneros.
El sistema ACI incluye a empresas importadoras egipcias, a exportadoras y proveedoras extranjeras y a compañías marítimas y aéreas, aunque, en una primera fase, solo se exige utilizar este sistema en envíos de mercancías por vía marítima.
En el procedimiento ACI, la importadora o destinataria egipcia debe estar registrada en el portal Nafeza, en el que también tiene que identificar a sus empresas proveedoras (exportadoras extranjeras), y, además, está obligada a tener firma electrónica autorizada.
Asimismo, para cualquier partida de mercancía que vaya a recibir, la importadora egipcia tiene que solicitar un número ACID (advance cargo information declaration), que debe comunicar a la exportadora para que esta lo indique en toda la documentación (comercial y de trasporte).
A partir de aquí, la importadora debe presentar a la Aduana la información de la carga (con el número ACID) pero tiene que hacerlo antes de que la mercancía haya salido en origen. En las 48 horas posteriores, las autoridades aduaneras informarán si la importación ha sido aceptada o rechazada.
Por su parte, la exportadora tiene que cargar los documentos comerciales y de transporte en la plataforma de blockchain Cargo X, que permite crear e intercambiar información y documentos con seguridad y sin intermediarios.
Si la mercancía llega a un puerto egipcio sin que conste el número ACID en la documentación, la carga puede ser retornada a origen, asumiendo la empresa exportadora los costes que puedan originarse.