SUPPLY CHAIN OPERATIONS

Estrategia de operaciones en la cadena de suministro

Las cadenas de suministro están en permanente evolución para poder adaptarse a las cambiantes necesidades de clientes y consumidores. Los mercados globalizados, la generación de nuevas pautas de consumo, la irrupción de tecnologías digitales y el compromiso con la sostenibilidad ambiental están llevando a las empresas a definir nuevas estrategias de operaciones en sus cadenas de suministro.

¿Qué entendemos por cadena de suministro?

El concepto de cadena de suministro abarca todos aquellos procesos y acciones vinculados al ciclo de vida completo de un producto, desde que se fabrica hasta que se consume.

Así, operaciones relacionadas con la fabricación, la distribución, la mercadotecnia, las ventas, el diseño, las finanzas y la tecnología, se articulan en la cadena de suministro. Además, en la cadena de suministro intervienen diferentes actores, como proveedores de materias primas, empresas manufactureras y de ensamblaje, operadoras de servicios logísticos (transporte, almacenaje, distribución, empaquetado, ensamblaje, etc.). En todas las operaciones y entre todos los eslabones de la cadena se generan datos y se intercambia información que debe ser debidamente procesada para que los procesos puedan completarse sin interferencias.  

Objetivos en la estrategia de operación de la cadena de suministro

Los objetivos que se pretenden alcanzar cuando se define una estrategia de operaciones en la cadena de suministro de una organización son diversos: satisfacción del cliente, disminución de costos, nivel de servicio óptimo, reducción de ineficiencias y aumento de la productividad, entre otros.

La finalidad última es conseguir que la empresa sea más competitiva y que esté en condiciones óptimas para competir en un mercado globalizado en el que clientes y proveedores pueden estar en cualquier lugar del mundo. Por ello, es necesario definir un plan que permita a la empresa alcanzar esa mayor competitividad y obtener unos resultados beneficiosos que perduren a largo plazo, además de dar valor añadido a los clientes.

Según la patronal de la logística UNO, en España, las empresas que diseñan, organizan, gestionan y controlan los procesos de una o varias fases de la cadena de suministro representan el 6% del PIB. En este ámbito, el sector que se ocupa de las operaciones logísticas mueve más de 500 millones de envíos y 2.000 millones de toneladas al año (datos de 2017), y las 132.000 empresas que operan son claves para la industria 4.0 y el comercio electrónico.

Por otro lado, en Catalunya, según el Observatorio de la Logística que publica cada año la empresa pública Cimalsa, el peso del sector logístico representa el 13,8% de la economía catalana, gestiona un volumen de 425 millones de toneladas (datos de 2018) y está formado por 27.830 empresas que ofrecen servicios logísticos.

Recursos humanos y talento, clave de la estrategia de operaciones de la cadena de suministro

Las operaciones que pueden considerarse claves en una cadena de suministro son el transporte, el almacenamiento, la gestión del inventario y la planificación de la producción y del aprovisionamiento. Pero en un entorno de alta competitividad, se hace necesario que estas operaciones estén alineadas con otros departamentos de la empresa, como por ejemplo el de ventas y el de mercadotecnia. Además, es imprescindible que la dirección de la compañía también conozca los pormenores de la cadena de suministro y esté alineada con los objetivos que se quieren alcanzar.

Una óptima cadena de suministro es el mejor aliado para cualquier organización, pero su complejidad hace necesario que la empresa se dote de personal cualificado en cada una de las operaciones y que también su proveedor de servicios logísticos sea un aliado en la consecución de los objetivos.

El talento en una organización tiene que estar vinculado, sin duda, a la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación. Por ello, es necesario que el personal sepa desenvolverse con las herramientas tecnológicas que facilitan las operaciones en una cadena de suministro. Por este motivo, es conveniente desplegar acciones formativas que permitan a los equipos humanos implementar, utilizar y obtener el máximo partido de las soluciones tecnológicas que, a su vez, contribuirán a facilitar el trabajo en distintas áreas, a mejorar la productividad y a ofrecer al cliente un mejor servicio.

Las habilidades y competencias de un equipo humano no deben ceñirse únicamente a su departamento o actividad, sino que deben estar en sintonía con el resto de las operaciones y áreas de una organización. Habilidades personales como la adaptabilidad a los cambios (internos y externos), el dinamismo (para atender las necesidades de los clientes), la comunicación (para transmitir información en tiempo y forma a clientes y proveedores) y la funcionalidad (para evaluar diferentes variables que pueden incidir en las operaciones o analizar e interpretar resultados) son recursos indispensables en una organización.

Colaboración y enfoque hacia los clientes y el medioambiente

Desde la perspectiva de una empresa operadora de servicios logísticos, con el fin de diseñar una estrategia de operaciones adecuada para la cadena de suministro, conviene conocer cuáles son las necesidades específicas de la clientela y, en la medida de lo posible, anticiparse a ellas.

Además de intercambiar información, cliente y proveedor deben estar en la misma senda a la hora de planificar las operaciones de aprovisionamiento y los servicios que van a ser necesarios para manejar, transportar, entregar y distribuir diferentes mercancías y productos, con distintos orígenes y destinos.

Por tanto, es fundamental promover la integración, la coordinación y la colaboración entre proveedores y clientes para generar sinergias, y conseguir una reducción de costos para ambas partes. Una planificación adecuada implica menos recursos físicos y humanos.

Así, es fundamental que las cadenas de suministro y el área de operaciones estén perfectamente alineadas con las expectativas de los clientes y con la propuesta de valor de las empresas.

Se ha de tener presente que las cadenas de suministro y el área de operaciones han dejado de ser un centro de costo para convertirse en un sistema donde se crea valor para las compañías y sus clientes. Los mercados requieren que las cadenas de suministro dejen de tener un enfoque interno, para desarrollar un enfoque centrado en el cliente y la sostenibilidad ambiental, algo que representa un desafío extraordinario, especialmente para las cadenas de suministro más tradicionales, enmarcadas en organizaciones B2B.

La diversificación de las compañías hacia nuevos mercados, la explosión del comercio electrónico y la irrupción de empresas disruptivas han cambiado las necesidades de la clientela, que ahora demanda atributos más diferenciadores, que solo pueden ser satisfechos por cadenas de suministro planificadas y adaptativas, que permitan entregar el valor prometido a los clientes.  

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