Empresas transitarias, una pieza clave para combatir la crisis del coronavirus
En estos momentos de crisis sanitaria a escala mundial, las empresas transitarias están demostrando su capacidad de adaptación a un nuevo escenario que significa una verdadera revolución en la concepción de las cadenas logísticas.
Nos hallamos ante una crisis sanitaria y económica a escala global, en la que los profesionales de la logística son una pieza clave para hacer frente al COVID-19.
Las empresas transitarias son el eslabón central de las cadenas de suministro y de aprovisionamiento. Por su posición de rótula de transmisión de bienes entre la industria productora y los consumidores (particulares y empresas), actúan como vasos comunicantes entre la industria de servicios de transporte y los puntos de consumo. Desarrollar esta función implica soportar la presión de múltiples factores y deben encontrar alternativas –con mucho esfuerzo e imaginación– para dar respuesta a las necesidades de los clientes.
En estos momentos críticos, el sector transitario está mostrando una gran capacidad de adaptación a un nuevo escenario que significa una verdadera revolución en la concepción de las cadenas logísticas.
Ante una gran demanda de material sanitario (mascarillas, respiradores, batas, gafas de protección y un largo etcétera) y de productos de primera necesidad y de alimentación, lo que antes de la crisis viajaba, en gran medida, por vía marítima, ahora debe hacerlo por vía aérea, por la urgencia en recibirlos. Pero las compañías aéreas, por la falta de pasaje, han aparcado sus aviones. Si antes se aprovechaban las bodegas de las aeronaves comerciales, con una frecuencia de vuelos estable, ahora se han de localizar espacios en aviones cargueros, cuya oferta es mucho más reducida, o bien fletar vuelos chárter urgentes.
Asociaciones empresariales como FETEIA, Foro MadCargo o UNO urgen medidas que eliminen las restricciones que dificultan la operativa de los vuelos cargueros. Por ejemplo, agilizando los trámites administrativos y la gestión de slots de los aviones para facilitar el flujo aéreo de mercancías. También CLECAT reclama a las instituciones europeas que implementen medidas para agilizar el movimiento de mercancías, especialmente en los procedimientos aduaneros.
En el ámbito del transporte marítimo ocurre algo similar. Las navieras, ante la bajada de las importaciones y exportaciones por la paralización de las industrias, han cancelado rutas y han atracado sus buques. También la industria del shipping alerta de la incertidumbre, dado que el 90 % del comercio con terceros países y más de un tercio del comercio intracomunitario se canaliza en puertos europeos. Entidades como ECSA, reclaman medidas urgentes para evitar un colapso total del comercio marítimo en la UE.
A todo ello, hay que sumar el incremento de los fletes marítimos –especialmente los reefers– y aéreos, al producirse un aumento de la demanda y una disminución importante en la oferta de capacidad de transporte.
Por lo que respecta al transporte terrestre, ASTIC ha señalado que el transporte de mercancías ha caído cerca de un 30 %; descenso debido al confinamiento de la población y a los controles fronterizos, que están generando colas kilométricas de camiones en las fronteras.
Por el contrario, el transporte de mercancías de primera necesidad para abastecer supermercados se ha triplicado, y también se han incrementado casi un 20 % las operaciones de comercio electrónico, especialmente de productos básicos.
Así vemos como algunos segmentos de actividad tienen una elevada demanda de servicios urgentes, pero con una oferta que se ha reducido sustancialmente, mientras que otros han visto prácticamente paralizada su operativa.
A nivel interno, Cargo Flores está realizando un elevado esfuerzo de adaptabilidad, gestionando cadenas logísticas muy tensas, operando en remoto, con servicios de alta disponibilidad y con buena parte del equipo humano haciendo teletrabajo. La inversión constante en tecnología y el enfoque hacia los clientes permiten que la coordinación y la comunicación sean fluidas y se solventen las dificultades que surgen.
Es este escenario, aunque China parece recuperar su pulso de producción y exportación, puede preverse que la crisis se alargará en el tiempo, porque se acumularán las importaciones que se han visto retrasadas y la cancelación de pedidos de empresas que han perdido demanda por el cierre de comercios.
Finalmente, no hay que olvidar que esta crisis sanitaria lleva aparejada una crisis económica. Las empresas transitarias, que son representantes aduaneros ante la administración tributaria, deben cumplir con la liquidación de los aranceles e impuestos, además de afrontar el pago de los servicios logísticos intermediados.
La Comunidad Portuaria de Barcelona trabaja para dar servicio a la sociedad

El puerto de Barcelona es una infraestructura esencial para el funcionamiento del comercio exterior de Cataluña y de España, y un eslabón fundamental para el funcionamiento de sus cadenas logísticas y de suministro.
La tipología de empresas y profesionales de la Comunidad Portuariade Barcelona es diversa: transitarias, consignatarias, navieras, agencias de aduanas, terminales portuarias, transportistas, estibadoras, operadoras ferroviarias, prácticos, depósitos, remolcadores, amarradores, empresas de suministros, Aduana, Capitanía Marítima, servicios de inspección, policía portuaria y otros cuerpos de seguridad.
Es en momentos de crisis cuando todos estos colectivos evidencian más su compromiso y responsabilidad social –aplicando las correspondientes medidas de seguridad–, esforzándose en hacer que la logística funcione, aún dentro de un estado de alarma.
En este sentido, la presidenta del Port de Barcelona ha resaltado “la intención de todas las empresas de la Comunidad Portuaria de seguir cumpliendo con nuestra misión, como sector clave para el correcto funcionamiento de la economía y, asimismo, trabajar para garantizar el aprovisionamiento de las mercancías necesarias tanto para la industria como para los ciudadanos”.
La Autoridad Portuaria de Barcelona también estudia fórmulas para minimizar el impacto del COVID-19 entre sus concesionarios y clientes. Este esfuerzo compartido de las personas que forman esta Comunidad Portuaria permite que todos los servicios del puerto estén operativos. El Puerto de Barcelona también ha puesto en funcionamiento una web: www.portdebarcelona.cat/coronavirus, con toda la información relativa al funcionamiento de los servicios en esta infraestructura marítima.