Barcelona, un puerto en crecimiento hacia la sostenibilidad y la descarbonización
El Puerto de Barcelona, cuyos tráficos ya se han recuperado de los efectos adversos que la pandemia imprimió en el comercio mundial, está desplegando un plan de transición energética, cuyo objetivo final es la descarbonización de la actividad portuaria para, en 2050, ser un puerto cien por cien sostenible y neutro en carbono.
El Puerto de Barcelona, la principal infraestructura logística de Cataluña, puso en marcha en 2021 un Plan de Recuperación para acompañar a las empresas de la comunidad logístico-portuaria a superar la crisis generada por la pandemia iniciada a principios de 2020.
Este Plan de Recuperación se tradujo en un ahorro directo para los operadores del puerto de casi 11 millones de euros (M€) en 2021. A pesar de que la Autoridad Portuaria dejó de ingresar este importe, las medidas implantadas sirvieron para apoyar la actividad de las empresas y redundó en una recuperación de su economía.
Como motor económico, el Puerto de Barcelona demostró en 2021 su fortaleza alcanzando una cifra de negocio de 151 M€, que supuso un incremento del 9% respecto a 2020, y registrando un cash flow de 83 M€ que permiten seguir desarrollando la agenda estratégica del enclave, especialmente en aspectos de sostenibilidad y reducción de la huella de carbono.
Más mercancías y más contenedores ferroviarios
En 2021 el puerto de Barcelona registró un tráfico total de 66,4 millones de toneladas (Mt), un 11,8% más que en 2020 y una cifra que supone tan solo un 1,5% por debajo del tráfico alcanzado en 2019.
Los contenedores batieron un récord y los 3,5 millones de TEU supusieron un aumento del 19,3% respecto a 2020 y un 6,2% más respecto a 2019. Del total de contenedores llenos, los de exportación se incrementaron un 10% y los de importación un 5%, mientras que los contenedores en tránsito registraron un aumento del 14%.
Respecto a los principales socios comerciales del puerto de Barcelona, los países que tuvieron un comportamiento más dinámico fueron, en el caso de las exportaciones en contenedor: China, Estados Unidos, la Unión de los Emiratos Árabes, Argelia y Arabia Saudí. Con respecto a las importaciones, los principales mercados emisores de las mercancías que llegaron fueron, de mayor a menor: China, Turquía, India, Estados Unidos y Corea del Sur.
En cuanto a la carga convencional, que mayoritariamente incluye el tráfico ro-ro, se manipularon 397.000 unidades de transporte intermodal (UTI), un +14,3% con respecto a 2020, mientras que, en el ámbito del tráfico de vehículos nuevos, uno de los segmentos más afectados por el contexto de incertidumbre y crisis económica derivada de la pandemia, se movieron 499.000 unidades, un +3,9%.
Por lo que respecta a los graneles, los líquidos, con 12,4 Mt, decrecieron un 3,4%, pero los sólidos, que registraron 4,5 Mt, aumentaron un 9,9%.
La apuesta del puerto catalán por la intermodalidad y la sostenibilidad ambiental siguió dando frutos en 2021, año en el que un total de 318.971 contenedores entraron o salieron del recinto portuario en tren; esta cifra supone un crecimiento del 18,4% con respecto al año anterior, incrementando la cuota de mercado de este modo de transporte hasta el 15,5%. Teniendo en cuenta estas cifras, el tráfico ferroviario del Puerto de Barcelona supone un ahorro anual de 46.315 toneladas de CO2 o, lo que es lo mismo, evitar el paso de 197.928 camiones por la carretera.
Por otro lado, en el enclave catalán se están acelerado los trabajos para construir los nuevos accesos ferroviarios al puerto y el nuevo nodo ferroviario, lo que permitirá situar la cuota del tren a nivel de los grandes puertos europeos. Actualmente, casi un 16% de los contenedores que pasan por el Puerto de Barcelona y el 40% de los vehículos se mueven por ferrocarril, pero es necesario seguir incrementando esta cuota para, gracias a la intermodalidad, reducir la huella de carbono de las cadenas logísticas.
Crecen los portacontenedores de más de 20.000 TEU
Según datos facilitados por el Puerto de Barcelona, entre los meses de enero y noviembre de 2021, las escalas de barcos portacontenedores de más de 20.000 TEU de capacidad crecieron un 78% con respecto al mismo periodo de 2020, sumando un total de 32.
Este tipo de buques genera economías de escala en el puerto, dado que se concentra en menos escalas la manipulación de un número más elevado de contenedores y, por lo tanto, más volumen de mercancías.
Estas elevadas cifras hacen que, hasta finales de noviembre de 2021, más de la mitad de los contenedores que transitaron por el Puerto de Barcelona lo hicieron a bordo de un barco de más de 8.000 TEU de capacidad: el 17% lo hizo a bordo de barcos de más de 20.000 TEU; el 6% en portacontenedores de entre 15.000 y 20.000 TEU; un 17% llegó o salió en buques de entre 10.000 y 15.000 TEU; y otro 17%, en barcos de entre 8.000 y 10.000 TEU.
La creciente tendencia al gigantismo genera un menor número de escalas e impacta en la sostenibilidad tanto social como económica y ambiental: concentran los horarios de trabajo de terminales y estibadoras, aunque se requieren infraestructuras con más capacidad y mejor preparadas; se disminuye el ratio contenedor/emisiones al concentrar más mercancía en un único barco (un viaje y una escala), a lo que se suma que estos grandes portacontenedores son los más nuevos de la flota mundial y, por lo tanto, también los más eficientes con respecto al consumo energético y a las emisiones.
Un puerto neutro en carbono antes de 2050
Un objetivo prioritario del Puerto de Barcelona es la descarbonización de la actividad portuaria y, con ello, la mejora de la calidad del aire de la ciudad y su entorno más inmediato. Para alcanzarlo, se invertirán 110 M€ en el proyecto Nexigen para que, en 2030, el puerto tenga electrificados todos los puntos de atraque de los cruceros, de las terminales de ferris y del muelle Prat para buques portacontenedores.
De esta manera, se eliminarán 66.000 toneladas de CO2 y 1.234 toneladas de NOx de las emisiones de la actividad portuaria, implicando una reducción del 38% del NOx y del CO2 emitidos por los barcos durante su estancia en muelle y la eliminación del 22% de las emisiones de NOx y CO2 de toda la actividad portuaria. A largo plazo, la electrificación de los muelles del Puerto de Barcelona será una pieza clave para alcanzar el objetivo de ser un puerto climáticamente neutro en 2050.
Las previsiones del Puerto de Barcelona son hacer las primeras conexiones eléctricas de barcos en la terminal de contenedores BEST y en la Terminal Ferry de Barcelona entre finales de 2023 y principios de 2024.
Otras actuaciones desarrolladas en el puerto catalán son el Plan de Mejora de la Calidad del Aire o el Plan de transición energética, que tienen el objetivo de implantar el uso de energías, como la fotovoltaica, y combustibles, como el GNL, más limpios para barcos, maquinaría de terminal y vehículos que operen en el entorno portuario.
En energías verdes, principalmente fotovoltaica, se calcula que el potencial generador de la zona portuaria es superior a los 100 MWp de potencia, un valor que podría dar respuesta a la demanda de electricidad de los barcos que hacen escala en el Puerto de Barcelona.
En combustibles, como el Gas Natural Licuado (GNL), el puerto suministró durante el año 2021 más de 65.000 m3 de GNL a barcos, un 66% más que el ejercicio anterior, situándose así al frente de los puertos europeos que utilizan este combustible. Los barcos utilizan el GNL mientras navegan y cuando están atracados en el puerto y, con ello, reducen el volumen de sus emisiones contaminantes.
Todas estas actuaciones se enmarcan en el compromiso del Puerto de Barcelona con los ODS y el Pacto Verde Europeo (The European Green Deal), siendo el enclave un fuerte promotor de la mejora ambiental y un agente de cambio para la descarbonización del sector marítimo, portuario y logístico.
Actualmente, el Puerto de Barcelona aporta el 2% del PIB de Cataluña y la operativa portuaria solo emite el 0,7% de las emisiones de CO2, aunque su objetivo es ser un puerto neutro en carbono antes del 2050.
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